crisis epiléptica

Protocolo de actuación ante una crisis epiléptica en el entorno escolar

La epilepsia es una de las enfermedades crónicas más preocupantes en el entorno escolar debido a la falta de información y de protocolos definidos. La presencia de la Enfermera Escolar es clave para garantizar una atención adecuada y la integración del alumno ante una crisis epiléptica.

Datos esenciales

La enfermera debe conocer y registrar en la ficha del alumno:

  • Tipo y duración de las crisis.
  • Primeros auxilios recomendados.
  • Medicación, dosis y frecuencia.
  • Factores desencadenantes y presencia de aura.
  • Contactos de emergencia.
  • Actividades restringidas y efectos secundarios de la medicación.

Debe contar con:

  • Autorización para administrar medicación.
  • Informe médico con posología.
  • Medición de rescate (Midazolam o Diazepam).
  • Ropa de recambio en caso de incontinencia.

Durante la crisis epiléptica

  1. Registrar la duración de la crisis.
    • Anotar el tiempo exacto desde el inicio hasta la finalización de la crisis.
    • Si la crisis supera los 5 minutos, se considera una emergencia médica.
  2. Evaluar el nivel de conciencia:
    • Si hay obnubilación, estupor o pérdida total de conciencia, colocar en Posición Lateral de Seguridad (PLS) para prevenir obstrucción de la vía aérea y aspiraciones.
  3. No intentar frenar los movimientos.
    • Sujetar al niño puede provocar lesiones musculares o fracturas.
    • Permitir que la crisis siga su curso mientras se protege al paciente de golpes.
  4. Observar y registrar las características de la crisis:
    • Coloración: palidez o cianosis pueden indicar problemas respiratorios.
    • Desviación de la mirada: movimientos oculares anómalos pueden dar pistas sobre el tipo de crisis.
    • Relajación de esfínteres: común en crisis generalizadas.
    • Tono muscular: rigidez o flacidez ayudan a clasificar la crisis.
  5. Mantener un entorno seguro y tranquilo.
    • Alejar objetos peligrosos y crear un espacio donde el niño no se golpee.
    • Mantener la calma y transmitir serenidad a compañeros y docentes.
  6. Avisar a emergencias y padres si es necesario.
    • Llamar al 112 si la crisis dura más de 5 minutos o si el niño presenta un estado postcrítico prolongado.
    • Informar a los padres tan pronto como sea posible.
  7. Administrar medicación de rescate si la crisis dura más de 5 minutos:
    • Midazolam bucal o intramuscular: opción preferida por su rápida absorción.
    • Diazepam rectal o intravenoso: alternativa cuando no se dispone de Midazolam.
    • Se puede repetir la dosis si la crisis persiste tras 10 minutos.
  8. No dejar solo al niño y reevaluar continuamente la vía aérea.
    • Vigilar la respiración y mantener despejada la vía aérea.
    • Si hay dificultad respiratoria, aflojar la ropa y evaluar la necesidad de oxígeno.

Posterior a la crisis epiléptica

  • Tranquilizar y normalizar la situación para el alumno.
  • Evaluar conciencia y síntomas secundarios (fatiga, cefalea, lesiones).
  • Favorecer la verbalización del episodio y evaluar su estado emocional.
  • Registrar el episodio y notificar a los padres.
  • Facilitar el descanso y reincorporación a la actividad lectiva si es posible.
  • Derivar a un centro sanitario en caso de primera crisis, duración anómala, agravamiento o falta de respuesta al tratamiento.

Conclusión

Una actuación rápida y eficaz es clave para la seguridad del alumno que sufra una crisis epiléptica. La formación del personal docente y la correcta implementación de protocolos garantizan una atención adecuada y favorecen la inclusión escolar.

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